Una mujer tomándose café en la cocina con un guardaespaldas cerca.

Todos los días llevamos a cabo nuestras vidas sin prestar atención a las numerosas salvaguardas que existen para ayudar a protegernos frente a posibles daños.

La mujer cierra la puerta principal al salir de casa.

Por ejemplo, dependemos de las puertas y las cerraduras para mantener a salvo a nuestra familia y nuestras posesiones.

Dos guardaespaldas y un helicóptero vigilan a la mujer mientras entra en un coche en la entrada.

Dependemos de un techo sobre nuestras cabezas para protegernos de los elementos.

La mujer está sentada en el asiento del conductor con el cinturón de seguridad abrochado.

Y justo antes de salir en nuestro vehículo, nos abrochamos el cinturón de seguridad para protegernos en caso de accidente.

La mujer está sentada en un escritorio mirando la pantalla de un portátil mientras teclea.

Teniendo todo esto en cuenta, ¿ha pensado qué protecciones existen para evitar que le estafen, se aprovechen de usted o le manipulen de alguna manera mientras navega por Internet?

Un ciberdelincuente está monitorizando las pulsaciones del teclado de su ordenador.

¿Cómo puede tener la certeza de que el sitio que visita en busca de información es seguro? ¿Y qué posibilidades hay de que su información personal caiga en manos de un ciberdelincuente por culpa de su actividad en Internet?

La mujer muestra una mirada de preocupación mientras utiliza su ordenador portátil.

Afortunadamente, navegar por Internet en busca de información y recursos, o para hacer una compra de ese artículo que tanto necesita no tiene por qué acabar en desastre.

La mujer sonríe mientras mira la pantalla de su ordenador portátil.

Si aplica las prácticas recomendadas de navegación web segura que se describen en este módulo, podrá evitar trampas de todo tipo que tienen como objetivo convertir en víctimas a personas que, como usted, navegan por Internet.