Un supervisor está señalando información que se muestra a un empleado en una tableta.

Fomentar un ambiente de trabajo respetuoso requiere el compromiso de promover y mantener constantemente un lugar de trabajo sin conductas abusivas, acoso ni discriminación.

Un supervisor está comunicándose con su equipo con un lenguaje corporal y gestos positivos.

Los miembros del equipo cuentan con usted para que actúe cuando la conducta no está alineada con nuestro compromiso.

Dos empleados están conversando con su supervisor.

¿Qué pasa cuando un empleado, un proveedor o un invitado presenta una queja de conducta y la consecuencia es la exclusión, el castigo o incluso el despido?

Dos gerentes están conversando en privado en un ambiente de oficinas.

¿Sabía que el cargo más frecuente que se presenta ante la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo (EEOC, por sus siglas en inglés) es represalias?

Un empleado está conversando en privado con un supervisor.

Esto significa que se presentó y abordó una queja, y luego se volvió a reportar debido a algún tipo de acción o comportamiento laboral adverso.

Un empleado camina en su casa mientras piensa en las preocupaciones del trabajo.

Dicho comportamiento es contraproducente con nuestro compromiso y no refleja de forma positiva quiénes somos con nuestros invitados, clientes y partes interesadas.

Una persona en una posición de liderazgo escucha atentamente las ideas de sus compañeros de trabajo y sus preocupaciones durante una reunión de grupo.

Con recursos que van desde multas hasta responsabilidad personal y otras sanciones, la pregunta es ¿está preparado para hacer lo que se necesita para detener las represalias en nuestra organización?