Proactivo frente a reactivo

Cuando un empleado muestra un comportamiento cuestionable, como contar chistes sexualmente explícitos, se debe corregir. Los supervisores proactivos nunca deben esperar a que se presente una queja o esperar que la situación se arregle por si sola o desaparezca.

Ser reactivo, o esperar a que se presente una queja, puede afectar de forma negativa la moral, el desempeño, la confianza y el respeto, especialmente si la situación se pudo haber evitado o se dejó que se agravara sin abordarla.

Un buen comienzo es tener conversaciones periódicas sobre las políticas de acoso durante las reuniones de equipo. Hacerlo puede fomentar y mantener un entorno laboral positivo y respetuoso.