Un supervisor está hablando con un empleado sobre su comportamiento. Un supervisor está sentado en su escritorio pensando en las acciones que adoptará. Dos supervisores y un empleado están reunidos alrededor de un ordenador durante una reunión.

Proactivo frente a reactivo

Siempre que un empleado muestre un comportamiento cuestionable, como contar chistes sexualmente explícitos, ese comportamiento debe corregirse. Los supervisores proactivos nunca esperan a que se presente una queja formal ni a que la situación se corrija por sí sola o desaparezca.

Ser reactivo, o esperar hasta que se presente una queja, puede afectar negativamente a la moral, el rendimiento, la confianza y el respeto, especialmente si la situación se podría haber evitado o si se permitió que empeorara sin abordarla.

Un excelente punto de partida es mantener charlas periódicas sobre nuestras políticas de acoso durante las reuniones del equipo. Si lo hace, puede ayudar a fomentar y mantener un ambiente de trabajo positivo y respetuoso.